Cómo gestionar un ataque de ansiedad

A través de los años, la ansiedad se ha convertido en un trastorno del que cada vez se habla más. El objetivo de este artículo es ofrecer herramientas para gestionar un ataque de ansiedad que contribuyan a mejorar la calidad de vida de los pacientes. Por lo tanto, se abordarán los motivos por los que se desencadenan estos ataques, así como estrategias para lidiar con ellos y aliviar los síntomas.
Cómo gestionar un ataque de ansiedad
1. Identificar la ansiedad
Es importante que la persona que sufre un ataque de ansiedad logre identificarlo de manera rápida. La ansiedad se caracteriza por ser una emoción fuerte, con síntomas corporales como la aceleración cardíaca y el aumento de la presión arterial, así como sensaciones de miedo y aprehensión. Algunos de los signos no físicos más comunes son los pensamientos negativos y obsesivos persistentes, el aislamiento de la vida social y el nivel estresante alcanzado. Reconocer en primer lugar los síntomas y signos es una forma efectiva de ayudar a la persona a recuperarse más rápido del ataque de ansiedad. Es importante cambiar el estado de ánimo para salir del estado de ansiedad.
2. Controlar los patrones de pensamiento
Es vital tratar de impulsar la manera de pensar de la persona con ansiedad para que pueda tomar conciencia de que sus sentimientos y preocupaciones no son reales o no tan graves como parece. Una estrategia útil que se aplica para controlar estos tipos de pensamiento es el entrenamiento cognitivo, en el cual se trabajan las distorsiones cognitivas que alimentan la ansiedad. Esto incluye el reconocimiento y identificación de sentimientos negativos, el análisis de la situación en forma lógica para separar la realidad de la fantasía, el pensamiento positivo para canalizar la energía interna en una dirección constructiva, y el manejo de la expresión de la ansiedad en lugar de reprimirla. La identificación y control de las distorsiones cognitivas ayudan a controlar la ansiedad y a disminuir los ataques.
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3. Entrenamiento de habilidades de relajación
El manejo de la ansiedad requiere aprender cómo relajar el cuerpo y la mente. Esto se logra a través de una variedad de técnicas tales como la respiración profunda, que ayudan a reducir el nivel de estres, y también la relajación muscular, que actúa directamente sobre los centros nerviosos del cuerpo para calmar los músculos y reducir la tensión. Otra técnica útil es la visualización o pensamiento creativo, la cual ayuda a canalizar los pensamientos obsesivos hacia una dirección más positiva. Todas estas técnicas ayudan a la persona a entrar en un estado mental de calma, lo que en definitiva ayuda a reducir el nivel de ansiedad.
4. Establecer límites con el entorno
Los límites son una forma importante de gestionar la ansiedad, ayudando a controlar los niveles de estres. Establecer límites se refiere a limitar la cantidad de tiempo y energía invertidos en situaciones estresantes o preocupantes, y implica hacer compromisos realistas con una perspectiva a largo plazo. Pueden consistir en priorizar los asuntos importantes y en clasificar los demás como secundarios. Cuando se hace correctamente, los límites permiten disminuir el estres y aliviar los ataques de ansiedad permitiendo al individuo sentirse más controlado y en armonía con su entorno.
5. Tomar un descanso
Durante un ataque de ansiedad, es importante tomar vacaciones, para salir de la situación y relajarse. Se puede salir de casa para pasear al aire libre, disfrutar del sol, leer un buen libro o simplemente hacer algo que disfrute. Esto le permitirá al individuo el descanso y la distracción necesaria para calmarse y de esta manera reducir los síntomas de la ansiedad. Tomar un descanso es una parte fundamental de la gestión de los ataques de ansiedad.
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6. Seguir una buena alimentación
La alimentación es una parte fundamental para mantener la ansiedad bajo control. Hay algunos alimentos que ayudan a reducir la ansiedad, como las frutas y verduras ricas en antioxidantes, los alimentos ricos en magnesio y omega-3, así como los alimentos con altos niveles de triptófano, que ayudan a aumentar los niveles de serotonina en el cerebro, reduciendo el nivel de ansiedad. Además, se recomienda evitar el consumo de cafeína, café y alcohol, ya que estos pueden causar un aumento del nivel de estres y agravar los ataques. Una alimentación equilibrada y saludable es una parte esencial para controlar los ataques de ansiedad.
Conclusión
En conclusión, gestionar un ataque de ansiedad puede ser difícil y desalentador. Sin embargo, hay muchos recursos disponibles para manejar esta condición, desde hablar con un profesional hasta aprender habilidades para lidiar con la ansiedad. Reconociendo estos recursos y desarrollando nuevas habilidades para combatir la ansiedad, los individuos pueden aprender a controlarla y mejorar su calidad de vida.
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